El expresidente chileno Sebastián Piñera, candidato derechista a un nuevo mandato, denunció este lunes irregularidades en las papeletas de votación que habrían beneficiado a los postulantes de izquierda Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez en la primera vuelta de noviembre pasado.
Piñera, quien en dos semanas se enfrentará a Guillier en un balotaje, aseveró en una entrevista con radio ADN que en la primera vuelta "a mucha gente le pasaban un voto que estaba marcado en favor de (Alejandro) Guillier o de la Beatriz Sánchez" cuando se disponían a sufragar.
El exmandatario (2010-2014), que ganó la primera vuelta con el 36,6%, excluyó al Servicio Electoral de esta denuncia, sin identificar un culpable concreto. "Alguien se avivó en la mesa y marcó el voto antes que el ciudadano pudiese expresar su preferencia", explicó.
Desde el gobierno y la izquierda repudiaron la denuncia de Piñera, la primera acusación sobre irregularidades en una votación que lanza un candidato durante un proceso electoral en Chile.
"Chile tiene un prestigio internacional por sus elecciones correctas y transparentes. Seamos responsables y no desacreditemos nuestras instituciones democráticas", reprochó la presidenta Michelle Bachelet, en su cuenta oficial de Twitter.
"No hay una denuncia concreta sobre entrega de votos marcados", afirmó, por su parte, el presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral, Patricio Santamaría.
Piñera, que ya gobernó Chile entre 2010 y 2014, se enfrentará en el balotaje a Alejandro Guillier, un periodista que concita ahora el apoyo de toda la coalición oficialista de centro-izquierda.
"Ayer (domingo) Piñera pedía una campaña de respeto y hoy hace una acusación grave contra la democracia y sin fundamento", criticó Guillier en su cuenta de Twitter.
Piñera afirmó que en el balotaje que se realizará en dos semanas -que se estima se peleará voto a voto- los partidos de derecha tendrán representantes en la mayoría de las mesas para evitar irregularidades. "Tiene que haber ojos vigilantes", aseveró el exmandatario.
En la primera vuelta se había quejado de no tener suficientes representantes en los centros de votación.
En Chile, donde el voto es voluntario, más de 14 millones de personas están habilitadas para el balotaje.